Entrevista a Carlos Fernández, director de Ediciones CYDONIA
“Si consiguiésemos vender toda la edición, podríamos vacunar a 12.000 niños”. Con estas demoledoras palabras concluía Javier Akerman la presentación de su libro “Sexo… naturalmente” (Cydonia, 2010), en El Corte Inglés de Vigo, el pasado 21 de diciembre, prologado y presentado por la conocida actriz y modelo Silvia Fominaya. Javier Akerman había donado el 100% de sus derechos de autor a un proyecto concreto de lucha contra el paludismo en África, de la ONG Médicos sin Fronteras. Ya solo por eso la presentación de este libro merecería ser noticia. Pero es que además de ese 100% de los derechos de autor, un porcentaje de todos los derechos editoriales del volumen serán destinados al mismo proyecto de lucha contra la malaria. Y es que Ediciones Cydonia, un rara avis en el panorama editorial español, destina a actividades benéficas un porcentaje de todos sus ingresos, en todos sus libros. Libros, en su mayor parte, dedicados al mundo del misterio, y entre cuyos autores se encuentran algunos de los investigadores más conocidos del mundo de las anomalías, como Miguel Pedrero, José Lesta o Marcelino Requejo, entre otros.
¿Qué lleva a una editorial pequeña y joven a restar en todos sus volúmenes un porcentaje económico para destinarlo a actividades benéficas? ¿Y qué lleva a algunos de sus autores a renunciar a todo beneficio económico por esas mismas causas?
Mientras videntes, contactados, médiums, curanderos y guías espirituales proclaman una espiritualidad del nuevo milenio, en cursos, seminarios, libros y conferencias que les suponen lucrativos beneficios económicos, un grupo de ufólogos, parapsicólogos e investigadores de campo, capitaneados por Carlos Fernández, impulsan organizaciones como Médicos sin Fronteras, Ayuda en Acción o Cáritas, con sus trabajos de investigación.
Al frente de Ediciones Cydonia se encuentra Carlos Gabriel Fernández, considerado por algunos (entre los que me encuentro) el mejor investigador de fenómenos anómalos de España. Un tipo tímido y escurridizo, que suele evitar las cámaras de fotos, los platós de TV y la popularidad. Carlos G. Fernández ha realizado una intensa investigación de campo, tanto en diferentes países de Europa como de América Latina, en el campo de las anomalías, especialmente del fenómeno OVNI. Pero también ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo al trabajo de laboratorio. Especialista en electrónica, ha realizado innumerables experimentos relacionados con la investigación de lo paranormal en condiciones de laboratorio, especialmente en relación a la Transcomunicación instrumental. Su libro “Parapsicología y electrónica” (Contrastes, 1995) continúa siendo la mejor herramienta para la investigación paranormal de laboratorio escrita en español. Argentino de nacimiento y gallego de adopción, viajamos hasta Vigo, donde vive desde finales de los 80, para encontrarnos con él…
Lo mejor suele ser comenzar por el principio… ¿Cómo surge la idea de Cydonia?
Creemos que había un vacío en el mundo editorial ya que la mayoría de las veces los editores no trataban adecuadamente los temas o solo lo hacían cuando eran asesorados por personas que los conocían. Apostamos por crear un sello editorial que de cabida a los temas relacionados con los enigmas, la historia y la vida cotidiana, aunque tratados desde una perspectiva seria.
¿Por qué el nombre de Cydonia?
Cydonia fue durante muchos años una utopía para los que tenían la esperanza de encontrar vida extraterrestre, ya que en esa región de Marte se creyó durante mucho tiempo que había restos de una civilización alienígena. Nos quedamos con esa utopía de aventurarnos más allá y asumimos el riesgo a equivocarnos, pero también el deber de rectificar cuando sea necesario.
¿Podría decirse que es la primera editorial que surge de dos investigadores de campo?
No conozco ningún otro precedente, salvo autoediciones o proyectos de corta duración. Nosotros llevamos publicando cuatro años y seguimos manteniéndonos.
Sospecho que los grandes sellos editoriales no le pondrán las cosas fáciles a las pequeñas editoriales emergentes…
Obviamente, pero no es algo personal sino una lucha de supervivencia. Cada vez hay más editoriales y el mismo espacio en las librerías. Y con la crisis, las grandes editoriales han tomado posición.
En ese caso... ¿cómo es posible restar más cantidad de ganancias a los beneficios con el fin de destinarlo a causas benéficas?
Pues a cambio de no ganar dinero. Simplemente. En el mundo editorial hay mucha gente que no tiene idea de libros, pero se ha metido sólo por negocio. Creo que los valores de Cydonia son otros. Hacemos los libros que creemos que deberíamos publicar y compartimos una parte de las ganancias de cada libro con proyectos solidarios. No es caridad, es solidaridad bien entendida. No vamos a cambiar el mundo, pero un grano de arena aportamos.
Con el debido respeto... habéis publicado libros excepcionales como “OVNIs, alto secreto”, “La Conspiración del Mesías” o “Santos Famosos”, con investigaciones personales inéditas (no psicofonías en casas abandonadas)... y sin embargo los libros más vendidos son los de cocina y psicología ¿No resulta esto frustrante para un investigador de campo?
Creo que hay que valorarlo en la medida adecuada. La cocina interesa a mucha más gente que los fenómenos paranormales, nos guste o no. De todos modos, no publicamos meros recetarios, sino que tienen una relación con la psicología, que es lo que vemos más interesante.
Quizá la excepción, en cuanto a su gran repercusión, fuese el libro de Marcelino Requejo “OVNIs, alto secreto”... ¿permite un éxito así mantener la esperanza de que la ufología todavía interese al público?
Sin duda tiene interés, aunque no sea mayoritario como pudo ser en otras épocas. El interés ha decaído porque se registran menos casos, quizá por que se ha tratado muy mal el tema. En todo caso, hay temas que han tenido en los últimos años más avances que la ufología y que siguen siendo minoritarios.
Pero, entre esas minorías... cualquier ufólogo soñaría con que Benítez le prologase un libro... ¿porque a vosotros sí y a los demás no?
Eso tienes que preguntárselo al autor (Carlos sonríe). Además, tenemos buenos asesores…
Para los profanos... ¿cuáles son los principales demonios a los que se enfrenta un editor que intenta mantener la independencia? ¿Distribuidores, impresión, plazos....?
Hoy en día, lo más complicado es que te coloquen bien en las librerías. Todo lo demás es menos complicado.
¿Qué libro te gustaría editar?
Sin preferencias concretas, cualquiera que pruebe fehacientemente cuál es el origen de los OVNIs, los fenómenos paranormales, los enigmas de la antigüedad... espero que no sea una utopía demasiado desproporcionada. Si no puede ser, alguno que arroje luz sobre los temas.
¿Año nuevo, proyectos nuevos?
Sí, hay varios proyectos para el año próximo. Algunos en las colecciones que ya existen y otras nuevas en las que estamos trabajando.
¿Y realmente compensa tanto esfuerzo?
Aún tengo la esperanza de que así sea. Creo que merece la pena seguir intentándolo.
A las perversas mentes incrédulas, que se autodenominan con descaro “escépticos”, y que pudiesen dudar del destino benéfico de esas donaciones... ¿qué se les podría decir? Todo a lo que nos hemos comprometido lo hemos cumplido. Ayuda en Acción, Médicos sin Fronteras (MSF) y Hermanos Misioneros son los tres principales beneficiarios del 5 por ciento de las ventas de nuestros libros, que en algunos casos se han incrementado con las donaciones de algunos de nuestros autores, como Javier Akerman o Martin Choice. Además, hemos apoyado otros proyectos menores emprendidos por colectivos pequeños o particulares. Tratamientos contra la enfermedad del Sueño en Sudán, contra la malaria en diferentes países a través de MSF, apoyo a un centro para los sin techo de Vigo, un proyecto educativo en Perú o material para una escuela de los Andes argentinos son algunos de los proyectos que se han apoyado con los libros que hemos editado.
Por cierto... aclaremos eso. Algunas editoriales de misterio han publicado libros cuyos derechos de autor se han destinado a una causa benéfica, pero en el caso de Cydonia no hablamos de los derechos del autor, sino de un porcentaje fijo de todos los derechos editoriales ¿es correcto?
Sí, es un 5% del precio de venta de todos los libros que hemos publicado hasta ahora. La aportación del autor es otra cosa. Como te decía, algunos autores se han sumado a esta iniciativa solidaria y otros no.
Acabo de asistir a la presentación de vuestro último libro. Que más allá del tantra yoga o la alquimia sexual descompone “científicamente” la sexualidad humana… Y su autor, Javier Akerman, nos ha acongojado a todos al revelar que ha cedido todos sus derechos a un proyecto solidario en África… ¿es verdad eso?
Sí, tanto el 10% de sus derechos de autor, como el 5% nuestro (15% en total), están destinados a un proyecto de Médicos sin Fronteras de tratamiento de paludismo (malaria) que la ONG tiene en diferentes países. La venta de cada ejemplar permite sufragar seis tratamientos. Lo hemos firmado por escrito con MSF.
Investigador antes que editor. A pesar de ser uno de los exponentes más prestigiosos de la llamada “tercera generación” de investigadores, Carlos G. Fernández ha evitado siempre el protagonismo. Por ello se trata de una figura difusa y poco conocida para el gran público.
¿Cómo empezaste en estos temas de la investigación heterodoxa?
Empecé a interesarme por el fenómeno OVNI y a realizar algunas investigaciones de campo en Argentina en 1986. Luego me fui interesando por otros temas, como la parapsicología, pero tengo especial interés en los OVNIs. Desde 1988 vivo en España.
Y con la perspectiva de estos más de 20 años... ¿cómo valoras la evolución de la investigación y divulgación del misterio?
En la investigación, creo que se han logrado cosas, en algunas disciplinas más que en otras. Por ejemplo en las psicofonías, los análisis informáticos han aportado muchos datos nuevos y nos acercan más a la naturaleza del fenómeno. La divulgación cambió radicalmente con Internet. Tenemos mucha más información y más rápido, pero el precio que pagamos por esa información no nos garantiza que esta sea de calidad. Lo mismo pasa con la investigación, palabra que muchas veces se manosea demasiado.
Ahora trabajas en un diario de información general, y estás en disposición de comparar el llamado "periodismo del misterio" con el periodismo de información social, política, deportiva… ¿alguna conclusión?
Es como todo, hay buenos y malos periodistas en todas partes. Lo que siempre digo es que los buenos 'del misterio' no tienen nada que envidiar en técnicas, capacidad de trabajo y calidad a otros 'oficiales'.
EOC Manuel Carballal
Más información:
http://www.edicionescydonia.com/
